jueves, 20 de marzo de 2008

América no extiste-Peter Bichsel. parte III

Entonces se levantó el navegante de la barba y dijo:
—Bien, Colombino; yo, Américo Vespucio, iré a buscar esa tierra. Dime dónde está.
—Id por el mar y continuad siempre de­recho hasta dar con la tierra, sin desesperar jamás —dijo Colombino con un terrible mie­do, pues era un mentiroso y sabía que no existía esa tierra, y ya no pudo dormir más.
Pero Américo Vespucio partió en su busca.
Nadie sabe adonde se dirigió.
Tal vez también él se escondió en el bosque.
Al cabo, sonaron las fanfarrias y Américo regresó.
Colombino se puso colorado y no se atrevió a mirar al gran navegante. Vespucio se pre­sentó ante el rey, guiñó un ojo a Colombino y habló claramente y en voz alta, para que todos pudieran oírlo:
—Majestad —dijo—. Majestad, esa tierra existe.
Colombino se puso tan contento de que Vespucio no le hubiera traicionado, que corrió hacia él, lo abrazó y gritó:
—i Américo, mi querido Américo!
Y la gente creyó que ése era el nombre de la tierra, y llamaron América a la tierra que no existe.
—Ya eres un hombre —le dijo el rey a Colombino—; de ahora en adelante, te lla­maremos Colón.
Y Colón fue célebre, y todos le miraban con admiración y susurraban:
—Ése ha descubierto América.
Y todos creyeron que América existía. El único que no estaba seguro era Colón, que toda su vida lo dudó y nunca se atrevió a preguntar al navegante cuál era la verdad.
Pronto fueron otros a América, y poco des-pues otros muchos; y los que regresaban de­claraban:
—¡América existe!
Yo —dijo el hombre que me contó la historia— no he estado jamás en América. No sé si América existe. Tal vez la gente se comporta así para no decepcionar a Colom­bino. Y cuando dos personas hablan de ese lugar, todavía hoy se guiñan el ojo y casi nunca dicen América, sino algo indefinido como «Estados» o «al otro lado», o algo así.
Tal vez a quienes quieren ir a América por avión o por mar se les cuenta la historia de Colombino y después se esconden en algún lugar y regresan más tarde y cuentan cosas de vaqueros y de rascacielos, de cataratas del Niágara y del Mississippi, de Nueva York y de San Francisco.
Todos cuentan áujifemo, y siempre cosas que ya sabían antes del viaje; y eso es muy sospechoso.
Pero la gente sigue discutiendo sobre quién era verdaderamente Colón.
Yo lo sé.

Los Prisioneros-Latinoamerica es un pueblo al sur de Estados Unidos.

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